En esta cartografía teatral ha sido muy significativo
mantener a cada momento el diálogo y la escucha en los diferentes
espacios en que hemos habitado, tanto en la vida como en el arte. Para nosotrxs
es muy importante la retroalimentación con el otro, resultado de los distintos
sistemas que accionamos: teatro, talleres, conversatorios, etc., para seguir reinventando
caminos y transgrediendo las lógicas represivas y sistémicas.
La comunidad de Ipis en San José de
Costa Rica es considerada una población “marginal”, adjetivo erróneo, aunado a
una perspectiva desde las lógicas del progreso neoliberalista. Ninguna
comunidad es marginal, tenemos que decolonizar la mirada, cada quien genera la
riqueza en su contexto desde pequeñas o grandes acciones día con día. En este
aspecto es donde el arte cumple un rol importante para la vida del ser humano, al
pensarlo y concebirlo como vehículo para la reivindicación y transformación
social, posibilita espacios de recreación de persona a persona, genera crítica, enlaza cuerpos para el diálogo/escucha.
En esta
ocasión compartimos dos sistemas: taller de máscaras con niños e Intervenciones
teatrales en la Casa de Cultura de la zona. El salón comunal es un espacio que
gracias a la gestión de la comitiva barrial y de Gerardo (El Zurdo), se ha
logrado reactivar a partir de talleres y funciones que ofrezcan artistas ó
colectivos de distintas ramas del arte. El objetivo de nuestro taller fue:
jugar. Jugamos a hacer aves, aprendimos
con los niños a volar, sudar y soñar, desde la alegoría que cada uno
representaba con su máscara. Nos
acompañamos en mundos de ensueño para transitar con luz, asombro, y fuerza, la
realidad que a veces nos asfixia.
Posterior al taller realizamos la función: Metamorfosis de lo
invisible que nos mata. Tuvimos que adaptar muchas de las intervenciones para
que fueran presentadas en el foro escénico. Nuestras intervenciones siempre se
han caracterizado por la toma de espacios públicos. En la calle es donde hemos
encontrado un espacio escénico que se transforma a partir de la mirada política
en tanto su correlación con el arte, siempre en constante vínculo con el
transeúnte, desde el binomio actor/espectador.
Presentamos Los nadies de Eduardo Galeano, Sudar y llorar, 20 segundos, Ensalada de
Serpientes de Moisés Mato y Soy la
acción de Práxedis Gilberto Guerrero. La convención creada a partir del
rompimiento con la cuarta pared posibilitó un diálogo más cercano con los
espectadores, que en su mayoría eran niños, es por eso que nos propusimos jugar
con los textos y partituras corporales.
Al final de las intervenciones iniciamos el conversatorio, parte
significativa de nuestro trabajo, las sugerencias o comentarios de los
espectadores nos ayudan a seguir perfeccionando y transformando nuestro trabajo
escénico.
Ipis es una comunidad hermosa, su gente nos brindó un espacio/tiempo
que perdurará en nuestro corazones, sueños, y en esta lectura de viaje que
estamos iniciando. Nosotros somos los que construimos nuestra realidad, una vez
que despertamos y tenemos conciencia de nuestras acciones. La realidad la
podemos transformar, reparar, etc., desde la continuidad y compromiso, para poder convertirla en un escenario gigante,
en donde perviva el amor, la comunalidad, el reconocimiento de nosotros mismos
a partir del otro, el redescubrirnos como humanos, lejos de las lógicas del
sistema de muerte/represor/autoritario. Creemos/creamos espacios de
convivencia, autogestión, autonomía, resistencia, amor, DIÁLOGO y ESCUCHA.
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