lunes, 8 de octubre de 2012

Interven-accionando escenografías urbanas. ¡2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!


A 44 años de lo sucedido en Tlateloico, México, pareciera ser que la historia de nuestro país se ha remendado a pulso, a fuerza y a resistencia de quienes nos negamos a que la memoria que no CONVIENE se diluya en los anales del sistema opresor. Aunado a la desmemoria impuesta por el Estado, las reformas siguen su curso, un ejemplo es: La Reforma Laboral, modelo “flexibilizador” (sarcasmo) decretado por Díaz Ordaz en los setentas y con última modificación este pasado 9 de abril de 2012. Más que mejoras habrán contratos por tiempo determinado, subcontrataciones, despidos simplificados, jornadas extenuantes y mal renumeradas, etc., para más información: http://www.jornada.unam.mx/2012/09/30/opinion/025a1eco.
A la protesta también se sumaron otras demandas como el reclamo por la mejora de las condiciones de la Universidad Veracruzana, y porque se apliqué y decrete la autonomía de dicha institución, siendo la facultad del área de Humanidades la que enteramente se ha accionado y que hoy en día esta tomada por los estudiantes en protesta de lo antes mencionado.

Habemos conciencias que nos rehusamos, y nos ACCIONAMOS desde el arte como vehículo de Reivindicación y de Escucha, para seguir desenredado la gran madeja de intereses generales que enajenan, y despertar del letargo institucional y sistémico a la Memoria VIVA del pueblo/ la de los de abajo, con el fin de legitimarla y contrarrestar la información que inutiliza, que no nos deja ser libres, “todo esta clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia, la memoria pincha hasta sangrar a los pueblos que la amarran y no la dejan andar libre como el viento” (Leon Gieco). Por eso es que este 2 de Octubre salimos a las calles de Xalapa, ver., en un contigente de estudiantes, madres, padres, niños, niñas, profesionistas, etc., para exigir la presencia de esas voces mutiladas, para evidenciar las intransigencias de las lógicas del sexenio presidencial que viene, heredero de tácticas y estrategias de las políticas del anterior, solo que desde otro color primario, al final el poder es una enfermedad que cicla y enferma.

¡Que la ausencia y el olvido no se enclave en nuestra historia! 

para más información:
http://www.cronicadelpoder.com/capsulas/empresariales/201210/2-de-octubre-no-se-olvida

http://plumaslibres.com.mx/2012/10/02/toman-estudiantes-instalaciones-de-uv-y-realizan-marcha-en-xalapa/



Intervención 1

LA MEMORIA. Fragmentos del texto: Patas arriba. “La Escuela del Mundo al Revés”. De EDUARDO GALEANO



LA MEMORIA MUTILADA



 





"Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador" (Proverbio africano)


La memoria del poder no recuerda: bendice. Ella justifica la perpetuación del privilegio por derecho de herencia, otorga impunidad a los crímenes de los que mandan y proporciona coartadas a su discurso, que miente con admirable sinceridad […] La memoria del poder sólo escucha las voces que repiten la aburrida letanía de su propia sacralización. "Los que no tienen voz" son los que más voz tienen, pero llevan siglos obligados al silencio, y a veces da la impresión de que se han acostumbrado. El elitismo, el racismo, el machismo y el militarismo, que nos impiden ser, también nos impiden recordar. Se enaniza la memoria colectiva, mutilada de lo mejor de sí, y se pone al servicio de las ceremonias de autoelogio de los mandones que en el mundo son.


LA MEMORIA ROTA

Que la fortuna se ha hecho titiritera y tan pronto te muestra un país como lo oculta 
(Abú Bakr b. Sárim, poeta de Sevilla, siglo XIII).







La cultura de consumo, que exige comprar, condena todo lo que vende al desuso inmediato: las cosas envejecen en un parpadeo, para ser reemplazadas por otras cosas de vida fugaz. El shopping center, templo donde se celebran las misas del consumo, es un buen símbolo de los mensajes dominantes en la época nuestra: existe fuera del tiempo y del espacio, sin edad y sin raíz, y no tiene memoria. Y la televisión es el vehículo donde esos mensajes se irradian de la manera más eficaz. […] Los acontecimientos humanos, convertidos en objeto de consumo, mueren, como las cosas, en el instante en que son usados. Cada noticia está divorciada de su propio pasado y divorciada del pasado de las demás […].
Los medios de comunicación y los centros de educación no suelen contribuir mucho, que digamos, a la integración de la realidad y su memoria. La cultura de consumo, cultura del desvinculo, nos adiestra para creer que las cosas ocurren porque sí. […] El poder no admite más raíces que las que necesita para proporcionar coartadas a sus crímenes; la impunidad exige la desmemoria. Hay países y personas exitosas y hay países y personas fracasadas, porque la vida es un sistema de recompensas y castigos que premia a los eficientes y castiga a los inútiles. Para que las infamias puedan ser convertidas en hazañas, hay que romper la memoria: la memoria del norte se divorcia de la memoria del sur, la acumulación se desvincula del vaciamiento, la opulencia no tiene nada que ver con el despojo. La memoria rota nos hace creer que la riqueza es inocente de la pobreza y que la desgracia no paga, desde hace siglos o milenios, el precio de la gracia. Y nos hace creer que estamos condenados a la resignación.



LA MEMORIA PORFIADA/ DISPUTADA

¿Dónde estaba yo, antes de estar? (Pregunta de un niño de cinco años a la madre, según me contó la madre .







¿La historia se repite? ¿O se repite sólo como penitencia de quienes son incapaces de escucharla? No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la memoria humana se niega a callarse la boca. El tiempo que fue sigue latiendo, vivo, dentro del tiempo que es, aunque el tiempo que es no lo quiera o no lo sepa. […].


LA MALA MEMORIA


Tenia tan mala memoria que se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo. 
(Ramón Gómez de la Serna).













La amnesia, dice el poder, es sana. Desde el punto de vista del poder, no sólo estaban y están locas las madres de sus víctimas, sino que también están locos sus propios instrumentos, los verdugos, cuando no pueden dormir a pata suelta, sin otra molestia que los mosquitos del verano. No es mucha la gente que nace con esa incómoda glándula llamada conciencia, que segrega culpa, pero a veces se da: cuando un oficial del ejército argentino, el capitán Scilingo, reveló que no podía dormir sin lexotanil o borrachera desde que había arrojado al mar a treinta prisioneros vivos, sus superiores le recomendaron tratamiento psiquiátrico, porque se había vuelto loco.
La memoria y la justicia, ¿son lujos que los países latinoamericanos no pueden permitirse? ¿Estamos obligados a vivir en estado de perpetua mentira? El poder identifica a la memoria con el desorden y a la justicia con la venganza. En nombre del orden democrático y de la conciliación nacional, se han dictado leyes de impunidad de los países latinoamericanos que vienen de sufrir dictaduras militares. Esas leyes, que entierran el pasado, destierran la justicia.[…].
Para que la historia no se repita, hay que recordarla la impunidad, que premia al delito, estimula al delincuente. Y cuando el delincuente es el Estado, que viola, robe, tortura y mata sin rendir cuentas a nadie, se emite desde el poder une luz verde que autoriza a la sociedad entera a violar, robar, torturar y matar. Y la democracia paga, a la corta o a la larga, las consecuencias.
La impunidad del poder, hija de la mala memoria, es une de las maestras de la Escuela del Crimen. A esa escuela acuden, hoy por hoy, muchos millones de niños latinoamericanos; y el alumnado crece día a día.



LA MEMORIA VIVA
Hermanito, me va a disculpar. Yo quisiera ir con usted, pero tengo mucho que hacer. (En el entierro de Jorge López, en el valle del Bolsón. Palabras de su mejor amigo) .

































Cuando está de veras viva, la memoria no contempla la historia, sino que invita a hacer la, más que en los museos, donde la pobre se aburre, la memoria está en el aire que respiramos. Ella, desde el aire, nos respira.
Es contradictoria, como nosotros. Nunca está quieta. Con nosotros, cambia. A medida que van pasando los años, y los años nos van cambiando, va cambiando también nuestro recuerdo de lo vivido, lo visto y lo escuchado. Y a menudo ocurre que ponemos en la memoria lo que en ella queremos encontrar, como suele hacer la policía con los allanamientos. La nostalgia, por ejemplo, que tan gustosa es, y que tan generosamente nos brinda el calorcito de su refugio, es también tramposa: ¿Cuantas veces preferimos el pasado que inventamos al presente que nos desafía y al futuro que nos da miedo?
La memoria viva no nació para ancla. Tiene, más bien, vocación de catapulta. Quiere ser puerto de partida, no de llegada. Ella no reniega de la nostalgia, pero prefiere la esperanza, su peligro, su intemperie. Creyeron los griegos que la memoria es hermana del tiempo y de la mar, y no se equivocaron.




Intervención 2: El Interés General, texto escrito por Moisés Mato en Metáforas de lo invisible que nos mata. Ed. Arte Acción.



















Fotos:  Jesús A. y Rodrigo P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario